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Tema 27. Precáncer y cáncer cutáneo.
Carcinoma espinocelular     

Dr José C Moreno Giménez. Jefe del Servicio de Dermatología. Hospital Universitario Reina Sofía. Catedrático de Dermatología. Universidad de Córdoba. Actualización septiembre de 2011  

CARCINOMA ESPINOCELULAR

El carcinoma espinocelular es un tumor maligno que deriva de las células espinosas epidérmicas o estrato mucoso de Malpighio. Tiene también una clara influencia lumínica ya que en la mayoría de las ocasiones asienta en áreas fotoexpuestas y en personas con trabajos que implican una exposición continua a la radiación UV. Suelen aparecer sobre lesiones precancerosas y pueden afectar tanto a piel como a mucosas. Aunque, como el CBC, tiene tendencia a crecimiento invasivo es capaz de producir metástasis tanto vía hemática como linfática.

 

Se admite que su etiología es multifactorial pero el factor más importante es la radiación ultravioleta, lo que explica su predilección por zonas fotoexpuestas (cara, dorso de manos, pabellón auricular, labio inferior) y que aparezca con frecuencia sobre lesiones precancerosas en las que el papel de este tipo de radiación es trascendental. Es más frecuente en hombres de piel clara (fototipos II y II), aunque también se da en mujeres, en las cuales aparece con cierta frecuencia en las extremidades inferiores, zona con una gran exposición solar acumulada a lo largo de la vida.

 

Además de la radiación ultravioleta es necesario considerar otros agentes etiológicos:

-Virus del papiloma humano, especialmente HPV 16 y 18 (CEC anogenital, vulva y pene)

-Sustancias químicas: arsénico, aceites minerales, alquitranes. No olvidemos los carcinomas de escroto en deshollinadores descubierto por sir Percival Pot.

-Tabaco (labio inferior, mucosa interna de mejilla)

-Cicatrices de quemaduras o de dermatosis inflamatorias crónicas (hidrosadenitis, liquen escleroso, lupus discoide, úlceras crónicas)

-Rayos X

-Tratamiento inmunosupresor

-Enfermedades genéticas (Xeroderma pigmentosum, albinismo)

 

Clínicamente tiene como característica general la formación de queratina, en las formas bien diferenciadas, o la tendencia a la ulceración en las indiferenciadas.

 

¿Cuándo podemos pensar que un precáncer está evolucionando a un cáncer invasor? Cuando se ulcera, infiltra o crece rápidamente.

 

En general podemos establecer distintas formas clínicas

- Carcinoma in situ. Ya han sido comentados y corresponden a:

Enfermedad de Bowen

Eritroplasia de Queyrat

- Carcinoma invasor, que puede presentarse con aspectos diversos

Cuerno cutáneo: se caracteriza por presentar un excrecencia córnea, sólida, semejante a un cuerno

Cancroide: término que hace referencia a las lesiones ulcerosas de crecimiento invasivo que pueden dar lugar a formas terebrantes

Cupuliforme/vegetante: en ellos predomina el componente vegetante y carnoso

Carcinoma verrucoso: incluye un grupo de carcinomas un tanto peculiares, tienen un buen pronóstico y están producidos por virus del grupo HPV. Son tumores de aspecto verrucoso y de evolución lenta con poca capacidad de diseminación metastásica. Se describen tres tipos dependiendo de su localilzación

-Carcinoma verrucoso oral o papilomatosis oral florida

-Carcinoma verrucoso genital o condilomatosis gigante de Buschke-Lowenstein

-Carcinoma verrucoso plantar o carcinoma cuniculatum



 atlas DD
Carcinoma espinocelular en la pierna. Úlcera de 2 años de evolución Carcinoma espinocelular gigante sobre cicatriz de quemadura. 1 año de evolución Carcinoma espinocelular. Nódulo queratósico que semeja un queratoacantoma. 1 año de evolución Carcinoma espinocelular. Lesión inicial. 3 meses de evolución Carcinoma espinocelular. Nódulo queratósico que semeja un queratoacantoma. 1 año de evolución


El CEC puede desarrollarse también sobre mucosas (oral y genital) y semimucosas, a diferencia del CBC. En esta localización la clínica suele ser semejante a la del CEC de piel, si bien predominan las lesiones de tipo ulceroso y/o verrucoso desarrolladas generalmente sobre una zona de precáncer como leucoplasia o queilitis actínica.

 

Con frecuencia se aprecia hiperqueratosis cuando asienta sobre la semimucosa del labio inferior pero no cuando aparece en el interior de la boca o en los genitales. Cualquier lesión mucosa de estas características, en un adulto de más de 40 años y de más de 1 mes de evolución debe hacer sospechar un CEC. En la mucosa oral pueden desarrollarse sobre un liquen plano. El cáncer anogenital suele estar causado por papilomavirus.



 atlas
Carcinoma espinocelular de labio. Lesión incipiente Carcinoma espinocelular de pene Carcinoma espinocelular Carcinoma espinocelular de lengua Carcinoma espinocelular de mucosa oral sobre liquen plano


El CEC debe diferenciarse del queratoacantoma, muy similar morfológicamente pero de crecimiento más rápido. También debe distinguirse del melanoma amelanótico y del CBC, aunque éste tiene el borde perlado y brillante y la úlcera central suele ser más superficial.

 

Su velocidad de crecimiento es de 1-2 cm al año, aunque es más rápida en inmunodeprimidos, en mucosas y en aquellos que se desarrollan sobre cicatrices. Las metástasis se producen por vía linfática hacia ganglios regionales o, menos frecuentemente, por vía hemática hacia pulmón, hígado, cerebro, piel o hueso. La incidencia de metástasis es del 3-4%. Los CEC de mucosas y semimucosas (labio, vulva y pene) son los que más metastatizan. Aquellos que asientan sobre radiodermitis, cicatrices o úlceras también tienen mayor tendencia a las metástasis. Por el contrario, los que asientan sobre queratosis actínicas son los que tienen un mejor pronóstico.

 

Tratamiento del carcinoma espinocelular

El tratamiento de elección del carcinoma espinocelular es la extirpación quirúrgica, con márgenes de seguridad de 0.5 a 1cm. Siempre debe descartarse la presencia de adenopatías satélites mediante la exploración clínica o técnicas de diagnóstico por imagen.

 

En localizaciones difíciles es preferible realizar la cirugía bajo control anatomopatológico intraoperatorio (cirugía de Mosh, ver tratamiento del carcinoma basocelular).

 

En casos seleccionados (lesiones pequeñas, áreas difíciles de operar, pacientes muy ancianos o con malas condiciones generales) podría optarse por crioterapia, electrocoagulación y curetaje o radioterapia

 

En pacientes ancianos que toleren mal la cirugía, con lesiones nodulares pequeñas o de tipo queratoacantoma-like podemos intentar tratamiento intralesional con interferon, 5-fluoruracilo o metotrexate.

 

Tras el tratamiento la tasa de curación a los 5 años es del 90%.  Durante los dos primeros años debe realizarse un seguimiento clínico frecuente que incluya exploración cutánea y de los ganglios linfáticos regionales. Siempre debemos recordar al paciente que la fotoprotección es imprescindible.



 
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