Los términos eccema “asteatótico”, que significa con escasa o nula secreción sebácea, y “craquelé”, que significa “resquebrajado” en francés, son sinónimos de eccema xerodérmico y todos estos términos hacen referencia al aspecto seco y fisurado que adquieren las áreas afectadas de la piel en esta entidad.
La patogenia de la enfermedad es desconocida, pero se conocen los factores relevantes que favorecen su aparición, que se ha comprobado que son los siguientes:
- La disminución de lípidos del estrato córneo, relacionado con la edad, la enfermedad, la malnutrición, alteraciones hormonales y el uso de solventes limpiadores
- La transpiración aumentada del agua desde la piel al ambiente
- La pérdida de integridad del reservorio de agua de la capa córnea
- La disminución de la humedad ambiental con un aire seco y frío
- Traumatismos menores repetitivos que favorecen la inflamación y desorganización del balance lípido/agua de la superficie cutánea
Se observa especialmente en ancianos y en niños sobre todo en climas secos y fríos sin ninguna enfermedad subyacente, y en situaciones clínicas de malabsorción, deficiencia de zinc, mixedema, y de ingesta de medicamentos, sobre todo los diuréticos. Las lesiones cutáneas consisten en numerosas fisuras superficiales interconectadas que recuerdan a una pieza de porcelana agrietada sobre una piel seca, que se agrupan en placas de diferente tamaño y de límites poco precisos. Las fisuras pueden ser poco profundas si afectan solo la epidermis, pero en otras ocasiones, cuando afectan a la dermis, las fisuras son dolorosas y presentan eritema, hemorragia y lesiones escamocostrosas amarillentas en su interior. Los pacientes suelen referir prurito intenso y las lesiones pueden verse modificadas por el rascado.
Suele localizarse en las piernas, sobre todo en la zona pretibial, y los antebrazos, pero también puede afectar otras partes de las extremidades e incluso el tronco. El eccema xerodérmico se disemina en pocas ocasiones, y cuando esto ocurre debe sospecharse procesos tumorales subyacentes, como linfomas, carcinomas y adenocarcinomas.