Tratamiento
Para el tratamiento de la neurodermitis es fundamental romper el ciclo vicioso prurito-rascado. Los fármacos más efectivos son los corticoides tópicos potentes, como el dipropionato de betametasona al 0.05% (Diproderm®) en zonas de piel gruesa como la región pretibial, los tobillos, los pies o los codos, o de potencia media como el valerato de betametasona al 0.05% (Celestoderm V1/2®) en zonas de piel fina como la nuca o la región anogenital. Siempre hemos de tener en cuenta la correcta elección de los excipientes (la neurodermitis es un eczema seco y por tanto habitualmente se recomiendan pomadas) y las recomendaciones generales sobre el uso correcto de los corticoides tópicos que se exponen en el capítulo de bases para el tratamiento. Si el paciente reduce el rascado, se consigue el control del eczema en unos 15-20 días, transcurridos los cuales reduciremos lenta y progresivamente la aplicación de corticoides que se irán sustituyendo por cremas hidratantes.
Con el fin de reducir la ansiedad y el estrés generalmente asociados podemos añadir un antihistamínico oral sedante como la hidroxicina (Atarax®), 25 mg 1 o 2 veces al día (preferentemente por la noche) (ver antihistamínicos en bases para el tratamiento). Con la toma de antihistamínicos sedantes debemos explicar al paciente que debe evitar conducir y la ingesta de bebidas alcohólicas.
Para reducir el prurito podemos emplear asimismo lociones mentoladas como el Sartol® o la loción de calamina con mentol al 0.5%.
Debemos explicar al paciente la causa del prurito y del eczema (el estrés y el rascado continuado de las lesiones) y recomendaremos reducir el estrés. Asimismo es aconsejable cortar bien las uñas.
Los casos muy crónicos pueden tratarse con infiltraciones de triamcinolona acetónido (Trigon® depot, 40 mg/ml), disolviendo el inyectable en suero (0,1 ml de Trigon® en 5-10 partes de suero, según el grosor de las placas) e inyectando intradérmicamente una décima de la disolución por cada cm2 de la placa. Las infiltraciones pueden repetirse cada 15-30 días hasta la resolución de las lesiones. Es un tratamiento altamente efectivo pero puede causar atrofia y favorece el desarrollo de infecciones.